Tres maneras en que una Maestría en Teología beneficiará a su ministerio

Como siervos de Dios, confiamos en el espíritu para que nos guíe, pero tampoco hay sustituto para el trabajo duro y la preparación. Para un líder de la iglesia, esto significa tener una comprensión profunda y clara de las Escrituras para poder aplicar la Palabra de Dios de manera significativa a las vidas de aquellos a quienes se les ha confiado. Aquí hay tres beneficios principales que asistir a la escuela de teología y obtener una Maestría en Teología tendrán en su ministerio actual:

Aumento de la confianza

“Sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros;” - 1 Pedro 3:15

Cuando un pastor está preparado bíblicamente, lo reafirma en su esperanza, aumentando su confianza en su capacidad para dirigir su congregación. La confianza en la voluntad de Dios proviene de saber que tiene una base sólida en las Escrituras y que puede vocalizar estas enseñanzas de manera clara y eficaz.

Estar preparado bíblicamente significa ser capaz de interpretar y aplicar mejor las enseñanzas de la Biblia a la vida de los miembros de su congregación. Tal comprensión puede ayudar a comunicar las enseñanzas de una manera clara y eficaz y a responder las preguntas que puedan surgir de los miembros.

Relaciones más fuertes

“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.” - Efesios 4:29

Mientras más las Escrituras estén en el centro de nuestros pensamientos, más darán gracia las palabras que salen de nosotros a quienes las escuchen. La capacidad de brindar orientación y apoyo a través de sólidas enseñanzas bíblicas puede evocar confianza y respeto entre usted y aquellos a quienes está ministrando.

Mayor desarrollo espiritual

"Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén." - 2 Pedro 3:18

“Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida” - 1 Juan 1:1

Es siempre importante experimentar la gracia en nuestra fe, pero igual de esencial es el crecimiento del conocimiento de nuestro Señor. Como sabemos en la primera carta de Juan, el Señor mismo es el Verbo de vida, y conocer a Cristo es conocer las Escrituras que lo prometen. Cuando estamos preparados bíblicamente y buscamos constantemente el conocimiento profundo de nuestro Cristo, aquellos a quienes apoyamos, de igual manera, reciben el mismo alimento mediante nosotros y crecemos juntos en nuestra fe y en la gracia.